Antes de ser un icono mundial del pop, Ariana Grande era sólo una niña de Boca Ratón y una fan incondicional de los Florida Panthers. Mientras los Panthers persiguen otra Stanley Cup, resulta que una de sus más fieles seguidoras ha estado siguiendo al equipo desde mucho antes de que nadie supiera su nombre.
La conexión de Ariana Grande con los Panthers va mucho más allá de asistir a los partidos de vez en cuando. Su afición a los Panthers comenzó a los dos años, cuando empezó a asistir a casi todos los partidos en casa en el actual Amerant Bank Arena de Sunrise. ¿Y su historia? Es increíble y completamente improbable.
El día que los Panthers golpearon dos veces a Ariana Grande
En 1998, Ariana, que entonces tenía cinco años, fue noticia en el sur de Florida tras ser golpeada por un disco de hockey en un partido de los Panthers. El incidente la dejó con un moratón y un anuncio en el periódico local.
Pero sólo unos meses después, asistió a la gran inauguración del nuevo estadio del equipo. Y fue golpeada de nuevo, esta vez en la muñeca. Los Panthers, dándose cuenta de que las probabilidades de que esto ocurriera eran casi absurdas, le regalaron artículos del equipo e incluso la dejaron montar en el Zamboni.
Aquellos momentos supusieron su primer contacto con los focos , décadas antes de las giras por los estadios, los Grammy o la fama de la Super Bowl.
Toda la ciudad apoya a los Panthers
El regreso de Grande a los Panthers esta temporada no es sólo un cameo de celebridades. Es un momento que cierra el círculo tanto para ella como para el equipo.
Nacida meses antes de que la franquicia jugara su primer partido, la vida de Ariana y la historia de los Panthers han crecido en paralelo. Ambas han sido moldeadas por la misma energía del sur de Florida, que mezcla música, deporte y comunidad como ningún otro lugar.
Ahora, los Panthers quieren hacer historia en la final de la Stanley Cup. Recordando a Miami que este equipo significa algo más que hockey.