Los Florida Panthers se dirigen a la final de la Stanley Cup por tercer año consecutivo, perohubo algo que se negaron a tocar. Tras derrotar a los Carolina Hurricanes por 5-3 y hacerse con el título de la Conferencia Este, los Panthers pasaron patinando por delante del Trofeo Príncipe de Gales sin poner un dedo sobre él.
La decisión del equipo de saltarse la tradicional celebración del trofeo envió un mensaje claro: el trabajo no está hecho. Todo se reduce a la superstición.
Por qué los Florida Panthers se negaron a tocar el trofeo
En el hockey, como en muchos deportes, la superstición puede influir mucho en jugadores y equipos. La creencia que rodea a los trofeos de conferencia de la NHL, el Trofeo Príncipe de Gales para la Conferencia Este y el Clarence S. Campbell Bowl para la Conferencia Oeste, es sencilla. Se cree que tocar cualquiera de ellos antes de ganar la Copa Stanley trae mala suerte.
La historia ofrece pruebas dispares que apoyan esta teoría. Por ejemplo, en 2023, los Panthers tocaron el Trofeo Príncipe de Gales, pero acabaron perdiendo las finales de la Stanley Cup. Un año más tarde, en 2024, evitaron deliberadamente tocarlo y levantaron la Copa Stanley.
Con la esperanza de que la historia se repita, los Panthers de este año volvieron a abrazar la superstición y optaron por mantenerse alejados del trofeo.
Sin embargo, no todo el mundo sigue esta tradición. Sidney Crosby, de los Pittsburgh Penguins, desafió notablemente la superstición. Crosby cogió el Trofeo Príncipe de Gales cada vez que sus Pingüinos llegaron a la final en 2009, 2016 y 2017. Sorprendentemente, Pittsburgh se hizo con la Copa Stanley cada uno de esos años.
Simbolismo detrás del silencio del trofeo de los Florida Panthers
Sus defensores argumentan que es una tradición inofensiva que puede reforzar la unidad del equipo y mantener la concentración mental en el objetivo final: la Stanley Cup. Después de todo, el título de conferencia, aunque significativo, es en última instancia sólo un peldaño en el camino hacia el mayor premio de la NHL.
Los críticos, sin embargo, señalan el éxito de Crosby como prueba de que la habilidad, la determinación y quizás un poco de suerte tienen más impacto en el resultado de las finales que el hecho de haber tocado o no un trofeo.
En última instancia, una cosa sigue siendo innegablemente cierta: su objetivo final sigue siendo levantar el santo grial del hockey, la Copa Stanley.
Traer a casa la Copa Stanley
Para los aficionados de los Panthers, esta decisión de no tocar el trofeo envía un mensaje claro: el trabajo aún no está hecho. Está claro que los jugadores creen que aún queda trabajo por hacer, y esperan que su decisión de hoy se traduzca en una celebración mañana.
¿Volverá a ser beneficiosa la cautela de los Panthers? En cualquier caso, las Finales de la Stanley Cup prometen espectáculo tanto dentro como fuera del hielo.