Los Tampa Bay Rays están vendiendo trozos del tejado del Tropicana Field, destruido por el huracán Milton el año pasado.
Cada pieza se está vendiendo a los aficionados por 15 dólares, que es una ganga si se compara con los usuarios de eBay que recogieron piezas del lugar poco después de la tormenta y las pusieron a la venta en línea por más de 150 dólares.
Las fotos compartidas a X muestran restos del techo que se venden en el Steinbrenner Field, donde el equipo pasa su temporada 2025. En un cartel se lee que la recaudación de los artículos se destinará a la Fundación de Béisbol de los Rays:
¿Qué pasó con Tropicana Field?
El pasado mes de octubre, el tejado del Tropicana Field resultó gravemente dañado por el huracán Milton, que tocó tierra en la costa del Golfo de Florida como tormenta de categoría 3. Sus fuertes vientos arrancaron grandes secciones del campo. Sus fuertes vientos arrancaron grandes secciones del techo de fibra de vidrio recubierto de teflón y esparcieron escombros por todo el campo. El estadio abrió sus puertas en 1990 y había sido sede de los Tampa Bay Rays desde su temporada inaugural en 1998.
¿Qué les espera a los Tampa Bay Rays?
Con Tropicana Field en ruinas, el equipo juega actualmente en las instalaciones de entrenamiento de primavera de los Yankees de Nueva York, Steinbrenner Field. El Ayuntamiento de San Petersburgo aprobó 22,5 millones de dólares para iniciar los trabajos de reparación del tejado del estadio, con planes de terminarlos para la temporada 2026 de los Rays.
Según un informe de evaluación, se calcula que las reparaciones del Tropicana Field costarán un total de 55,7 millones de dólares. Esto no sólo incluye el techo, sino también la restauración de la superficie de juego, la electrónica y las concesiones que también resultaron dañadas por la tormenta.
Según el contrato vigente con la ciudad, los Rays jugarán en Tropicana tres temporadas más, hasta 2028. Hasta entonces, hay dudas sobre si el equipo permanecerá o no en la región. Esta incertidumbre tiene su origen a principios de este año, cuando se paralizaron los planes de construir un estadio totalmente nuevo en San Petersburgo por valor de 1.300 millones de dólares.