
No estamos diciendo que debas cancelar tus billetes de avión a corto plazo. Pero si está pensando en viajar a Londres, ese vuelo desde Miami le va a llevar unas nueve horas, sin contar el tiempo que pasaría en el aeropuerto o incluso llegando allí. ¿Y si ese viaje se redujera a más de la mitad?
Puede sonar a ciencia ficción, pero varios medios como Newsweek y CNN han informado de una propuesta de túnel transatlántico que reimaginaría el transporte entre las dos naciones. La idea no es nueva ni mucho menos y sólo está en fase teórica, pero consistiría en construir un túnel bajo el océano Atlántico para conectar la Costa Este y Londres y reducir el tiempo de viaje a sólo 54 minutos.
Los informes indican que este ambicioso proyecto podría costar 20 billones de dólares, casi el tamaño de la economía estadounidense. Aunque Elon Musk ha afirmado que su empresa de construcción de túneles, The Boring Company, podría hacerlo por «1000X menos dinero».
El proyecto se inspira en el actual túnel del Canal de la Mancha, que viaja de Folkstone (Inglaterra) a Coquelles (Francia) en solo 35 minutos. Actualmente es el túnel submarino más largo del mundo, con 23,5 millas que discurren bajo el Canal de la Mancha.
Si todo sale según lo previsto, los teóricos calculan que el túnel propuesto podría llevar a los pasajeros en el trayecto de 5.000 km de Nueva York a Londres en menos de una hora. Tendría que ir a velocidades superiores a los 8.000 kilómetros por hora.
No hay un diseño ni un calendario concretos. Sin embargo, se han presentado varias propuestas, desde construir todo el túnel bajo el fondo del océano hasta un túnel flotante anclado con cables y sumergido justo bajo la superficie del agua. Otros sugieren una combinación de ambas.
¿Se imagina llegar a Europa mucho más rápido que en ese vuelo de nueve horas? Aunque de momento tengamos que seguir con los aviones, hay planes en marcha para una forma similar de transporte que una Europa y África. Los dos continentes están estudiando la posibilidad de construir un túnel histórico entre España y Marruecos, que aspira a convertirse en realidad en 2040. La línea ferroviaria total tendría unos 26 kilómetros de longitud, 17 de ellos bajo el agua.